El proceso de ella es el más complicado. Los hombres, ante una oportunidad así se nos abre el cielo. Si tu pareja te dice que puedes tener relaciones con otras difícil es que alguno diga que no, pero en el caso contrario no pasa.
A ellas les entra el miedo. ¿Saldrá bien?¿Cómo le puede gustar eso?¿No tiene sentido?
Entonces es cuando tenemos que empezar a hacerles ver que no es tan raro. Que realmente las queremos y que lo que queremos es su disfrute.
No sé lo que nos lleva a los consentidores a este tipo de cosas pero a ella le aportan mucho.
Tenemos que intentar que se sientan atractivas, seguras de si mismas y poco a poco, que se me entienda bién, que se vayan engolfando un poquito.
Y empieza el juego "y que te ha dicho tal""y cómo te ha mirado""te lo follarías"
Y así, poco a poco vamos descubriendo el sexo latente en ellas pero tan escondido producto de la sociedad actual.